viernes, 29 de octubre de 2010

Inevitable

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.

1 comentario:

Silvia dijo...

Todavía era demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado.